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10 de noviembre de 2012

PLANTA 1, HABITACIÓN 11

¿EL CADÁVER DE CALVO SOTELO?


“Foto nº2”donde se aprecia el ”cadáver” de D. José Calvo Sotelo en el suelo (Autor: Martín Santos Yubero, Archivo Regional de la Comunidad de Madrid, fotografía aparecida en El País)


Cuando vi por primera vez la fotografía que acompaña al texto pensé que sería relativamente fácil localizar el sitio exacto donde apareció el cadáver de D. José Calvo Sotelo. Y, efectivamente, difícil no fue. Sobre todo gracias a Roberto Martín Sánchez y Eugenio González Cruz (socios de Gefrema) que fueron los primeros en hacerlo y contar que la localización existía. Así que allí nos fuimos, mi hija y yo, y pudimos confirmarlo. Una vez nos aseguramos que era el mismo lugar nos surgió una duda que luego resultaron ser varias: ¿es realmente el cadáver de Calvo Sotelo el que Martín Santos Yubero fotografió la mañana del 13 de julio de 1936 o es una reconstrucción de los hechos? Para resolverlo, vayamos por partes.
En primer lugar decir que el lugar exacto de la fotografía es el lateral izquierdo del Cementerio de la Almudena de Madrid. La parte exterior y entrada a este cementerio consta de una monumental galería de arcos y dos edificios idénticos a cada extremo de la misma. La localización de la fotografía de Yubero se encuentra en el edificio izquierdo, pegado a la esquina de la valla delimitadora del recinto histórico
 

Otra toma de la trasera del edificio sito en la Avenida de Daroca nº 90 donde podemos apreciar claramente la subida de nivel del suelo. (Foto: Ana Sánchez)


Imagen del Cementerio de la Almudena en 1929, la flecha blanca marca el lugar exacto donde están tomadas las imágenes de Yubero.
Actualmente es sencillo llegar con transporte público: Avenida de Daroca 90, parada 1082 del autobús 106 de la Empresa Municipal de Transportes de Madrid con cabecera en la Plaza de Manuel Becerra. Este edificio de ladrillo visto apenas ha variado desde su construcción. En la actualidad está abandonado y ocupado desde hace unos años, consentidamente, por un colectivo denominado “El Dragón” que se ocupa en parte de su mantenimiento. Antiguamente estaba destinado a archivos, oficinas (el edificio de la derecha son las oficinas del cementerio) y a las viviendas del cura y el encargado. En la actualidad la esquina donde vemos el presunto cadáver de Calvo Sotelo está ligeramente variada: el zócalo de granito de los bajos del edificio ya no existe, está enterrado porque la pavimentación del suelo hizo que el nivel subiera unos 24 centímetros y, además, se abrieron varias  rejillas de ventilación encontrándose una en la parte inferior central de la ventana. Sin embargo los detalles que observamos en las fotos son los mismos: la junta entre las dos losas de granito de la verja se conserva igual y una de las esquinas del edificio muestra la misma mella en los ladrillos.

“Foto nº 1”
"Foto nº 3" , junto con la nº 1 de Martín Santos Yubero, publicadas en El País y Público
Y ahora vamos con las dudas y su porqué. Primera duda. El cuerpo de D. José está demasiado limpio, el traje está impoluto, sin una arruga, sin una sola mancha, la posición de la pierna izquierda sobre la derecha está un poco forzada y lo que es más importante pero no decisivo: ni una mancha de sangre. ¿Alguien cree que una persona a la que han disparado dos veces en la nuca puede desangrarse en una camioneta del Cuerpo de Asalto y no mancharse el traje lo más mínimo? ¿es que acaso lo sacaron de la camioneta arrastrándolo y luego lo adecentaron? Claro que cualquiera que observe las fotos puede llegar a la conclusión que la mancha oscura que hay en la esquina en el suelo a la derecha del cuerpo (foto nº 3) es sangre, pero si observamos la foto nº 2 vemos que al fondo hay dos papeles sospechosos en el suelo y algo oscuro más a la izquierda. La conclusión es sencilla: el lugar se utilizaba (igual que ahora) para hacer aguas menores y mayores, de ahí la presencia de los elementos de limpieza antes citados. He aquí la segunda duda: ¿sangre u orines?
El doctor Antonio Piga contempla el cadáver de Calvo Sotelo tendido este sobre una mesa de autopsias. Obsérvense las arrugas de la ropa y el sombrero y el color del calcetín de la pierna izquierda. Autor: Alfonso (¿)
La tercera duda surge de la comparación del cuerpo con la foto tomada, creemos que por Alfonso, en el depósito de cadáveres y sala de autopsia del cementerio. En ella vemos al Dr. Piga, uno de los forenses que practicó la autopsia, con un cigarro en la mano, y cara de circunstancias, observando el cadáver que está depositado sobre una mesa de autopsias. La chaqueta de D. José está muy arrugada, al igual que su sombrero, si lo comparamos con cualquiera de las fotos de Yubero y, siguiendo con las comparaciones, lleva calcetines grises cuando en las otras son negros. El resumen de la autopsia en prensa de los doctores Antonio Piga y Blas Aznar, así como los primeros testimonios recogidos por el “comisario Aparicio”, citan que el cadáver llevaba “traje gris claro, zapatos marrón, calcetines grises y sombrero, también gris”.
Y aquí llegamos a lo que nosotros consideramos definitivo, el “Estudio Médico Legal por la muerte violenta del señor Calvo Sotelo” autor Blas Aznar, publicado en la Revista Española de Medicina Legal (Año XXII, nº 83, abril – junio de 1998) que dice lo siguiente:
Por lo que respecta a las ropas, consideramos que su aparente desorden se debía a una finalidad concreta y útil a los propósitos de los agresores. Vuelta la americana sobre el rostro, tapando éste, era posible que la personalidad del señor Calvo Sotelo no fuese identificada e incluso que recibiera sepultura sin identificación. Otras hipótesis, y entre ellas la de haber levantado la americana en el momento de la agresión para inutilizar toda actitud defensiva, no son aceptables en este caso, dada la situación de las lesiones. Por otra parte, ya hemos dicho reiteradamente que la agresión fue imprevista, por la espalda, instantánea, y, por lo tanto, no había por qué asegurarse de un estado de falta de defensa, totalmente innecesario.” Esta descripción explica el porqué de las arrugas de la chaqueta de Calvo Sotelo y nos hace pensar que las fotografías de Santos Yubero son sólo una reconstrucción de los hechos.
Otra cosa es el sitio exacto donde fue encontrado el cadáver. Según el informe de la Causa General fue “abandonado sobre el suelo, próximo al Depósito, en el que es colocado después por los empleados del cementerio”. El diario “El Sol” del día 14 dice que lo “depositaron sobre una de las mesas”. El diario “ABC” también dice que lo transportaron “hasta una de las mesas”. Y por último el testimonio de Aniceto Castro Piñeiro, que iba sentado junto a Calvo Sotelo en la camioneta nº 17 dice, cuando lo hicieron prisionero de guerra en la Ciudad Universitaria, que no lo llevaron al Depósito “lo dejamos en el suelo, en los arcos de la entrada”. Si volvemos al “Estudio Médico Legal” del Dr. Aznar nos encontramos con que a la hora de analizar cómo fue sacado el cuerpo de la camioneta llega a la siguiente conclusión: “Tras un tiempo corto de permanencia del cadáver en el autocar, se planteó el problema de tener que sacarlo del mismo. Para ello  precisábase un considerable esfuerzo muscular, dada la corpulencia y peso de la víctima. No pudo hacerse, a no ser arrastrándola, por una sola persona. De toda suerte, quien o quienes practicaron este acto, al montar de nuevo en el vehículo estuvieron en la zona a).” Aniceto Castro Piñeiro iba sentado, como hemos dicho, en la parte central de la camioneta (lo que los doctores llaman “zona b)” y estaba situado al lado de Calvo Sotelo, por lo tanto parece este un testimonio menos confuso que los demás y nos lleva a sospechar que ni siquiera el lugar que aparece en las instantáneas de Yubero es el sitio correcto.

Camioneta nº 17 del Cuerpo de Asalto. En la imagen superior, en el centro y con la puerta abierta, vemos el habitáculo donde iba sentado Calvo Sotelo. Fuente: Causa General.

Ante tantas dudas y para cerciorarnos de la fecha en que fueron tomadas las fotos del cada vez más presunto cadáver, hicimos una consulta en el Archivo Regional de la Comunidad de Madrid al Fondo Fotográfico Martín Santos Yubero. Allí comprobamos que las fotos fueron tomadas el 13 de julio de 1936, no existiendo más datos, ni leyendas. Las demás fotos que las acompañan en la signatura (nº 33401) son imágenes de sus hermanos, familiares y compañeros de partido a las puertas del Depósito en la tarde del mismo día.
Otra forma de enfocar el asunto sería hacer una comparación de las sombras y la incidencia de la luz, asunto muy complejo debido al desfase horario. Según la prensa y la Causa General  hacia el mediodía del 13 de julio la Dirección General del Cementerio comunica con la Alcaldía de Madrid para decir que “el cadáver del señor Calvo Sotelo se encontraba en el Depósito del Cementerio, adonde había sido llevado por un autocar del Cuerpo de Asalto, hacia las tres de la madrugada, y que los ocupantes del autocar habían dejado allí el cadáver sin manifestar a los empleados de quién se trataba”. Si las imágenes fuesen del cadáver real estarían tomadas en el periodo que va de las doce de la mañana a las dos de la tarde, cosa que estimamos muy improbable a no ser que la nota de la Dirección a la Alcaldía sea una manera de lavarse las manos. El cuerpo del señor Calvo Sotelo estuvo toda la tarde en el depósito donde se le practicó la autopsia y posteriormente en la capilla ardiente hasta las cinco de la tarde del día 14, cuando fue interrumpido el desfile de “una impresionante multitud” para proceder a su entierro.


En resumen, tal vez siga siendo un asunto dudoso pero como hemos visto el informe de la autopsia con el color de los calcetines y el “Estudio Médico Legal” del Dr. Aznar nos aclaran muchas cosas. Lo que sin duda nos asombra es que nadie haya visto todo esto y se atreva a asegurar a ciencia cierta y a publicar (como se ha hecho en El País, El Público, etc.) la fotografía del señor Yubero como real y no como una reconstrucción del hipotético sitio donde apareció Don José Calvo Sotelo. Esta forma de actuar tan liviana de nuestros actuales periodistas deja mucho que desear de la veracidad de sus informaciones y de sus métodos y sólo siembra desinformación y un cierto “tufo” a amarillismo.


Para terminar un cita de Camilo José Cela en su “San Camilo 1936”, novela donde relata el ambiente madrileño durante estos días. Para el día del entierro de D. José dice Cela: “...la sangre llama a la sangre, la sangre es buen abono para la sangre, la sangre engendra sangre, fabrica sangre, cría sangre, que después, cuando se seca sobre la herida aún tierna, a todos nos acusa aunque cerremos los ojos.”
  


BIBLIOGRAFÍA:

- ABC Madrid. 14 y 15 de julio de 1936.
- Aznar, Blas.El estudio Médico Legal por la muerte violenta del señor Calvo Sotelo (finalización).” Revista Española de Medicina Legal. Año XXII, nº 83, abril-junio, 1.998.
- Causa General, libro. Ministerio de Justicia, 1943.
- Fondo Fotográfico Martín Santos Yubero. Archivo Regional de la Comunidad de Madrid. Signatura 33401.
- El Sol. 14 de julio de 1936.
- La Vanguardia, 14 de julio de 1936.
- Raniato y Alfredo R. Antigüedad. “Yo iba en la camioneta nº 17”. Revista Fotos. 26 de noviembre de 1938.
 

7 comentarios:

  1. eso se llama contrastar y buscar información. ¡Buen trabajo!

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  4. Estoy muy ineteresada en el tema. Averiguase algo más? Llegaste a alguna conclusión del porque de un falso cadaver

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  5. Gibson, Ian (1939-)

    La noche en que mataron a Calvo Sotelo / Ian Gibson.- [1ª ed.].- Barcelona : Plaza & Janes, 1986
    .- 310, [8] p. ; 18 cm.- (Tribuna de plaza & Janes, Historia ; 66).- Bibliografía
    D.L. B 12941-1986
    ISBN 84-01-45061-6

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