LA RENDICIÓN DE MADRID OCURRIÓ EN EL ASILO DE SANTA CRISTINA
A las 13 horas del día 28 de marzo de 1939 el coronel del ejército republicano Adolfo Prada Vaquero entregó la plaza de Madrid al coronel del ejército nacional Eduardo Losas Camaña en la Ciudad Universitaria, en las cercanías del Hospital Clínico. Algunos dicen que el acto de rendición tuvo lugar en “los sótanos del Clínico”, otros que “junto a la fachada suroeste” del mismo en lo que ahora son los terrenos de la Fundación Jiménez Díaz (la Clínica de la Concepción), pero en realidad este acto donde los dos coroneles se saludan marcialmente, tuvo lugar en lo que por entonces eran los terrenos del Asilo de Santa Cristina. Es más, el sitio exacto es perfectamente localizable hoy en día, tanto que podría ser señalizable tal como Gefrema hizo en su día con la Pasarela de la Muerte.
Llegar a esta conclusión no ha sido un asunto fácil. Ha llevado mucho tiempo de observación comparada de fotos anteriores a la contienda, fotos de la guerra misma, imágenes tomadas inmediatamente después y en los años cincuenta. También ha habido un grado de suerte al encontrar lo que entendemos como dos documentos clave: un plano de la 16ª División de Estado Mayor, 3ª Sección del ejército nacional, de fecha 21 de enero de 1939 y una fotografía en el libro “La Guerra Civil en la Ciudad Universitaria” de Fernando Calvo González – Regueral.
Las pocas imágenes publicadas de este acto que todos conocemos proceden de un documental de 35 mm titulado “La liberación de Madrid” de Laboratorios Madrid Film, producción de 1939 del Departamento Nacional de Cinematografía (distribuido por Hispania – Tobis, edición extraordinaria del Noticiario Español) (1). En el minuto 4:47, después de una imágenes del Puente del Generalísimo, podemos ver cómo se desarrolla el acto. Prada y Losas hablan, se saludan militarmente y a continuación, junto al séquito que los acompaña (2) se dirigen por lo que se conocía como “camino cubierto” hacia la salida del Asilo de Santa Cristina que se ve al fondo. Una vez traspasado este llegan al “Hogar del Combatiente”, sito en la Escuela de Arquitectura, y se introducen en el edificio. Esto es todo pero no es poco.
Imagen nº 2. Primer fotograma del video mencionado. |
Imagen nº 3 |
En la imagen nº 3, parte de una vista aérea tomada el 20 de octubre de 1939, podemos apreciar (centrado y en la parte superior de la misma) el edificio: alargado y con 42 ventanas, 21 por planta. También se observa parte de la valla del Asilo y que el desmonte del que antes hablábamos marcaba hasta dónde llegaban los terrenos de la institución benéfica: justo en la altura, pero eso lo veremos más adelante.
Por lo tanto el acto de rendición de la ciudad de Madrid, que como hemos visto se desarrolló delante de este edificio, tuvo lugar en los terrenos del Asilo de Santa Cristina, no en los del Hospital Clínico.
Plano del proyecto del Asilo de Santa Cristina por los arquitectos Belmás y Mathet (2 de marzo de 1894) |
El edificio en cuestión podría ser uno de los “almacenes” o uno de los “secaderos” si nos basamos en el plano del Asilo de los arquitectos Belmás y Mathet de 1894. Lo que sí sabemos de él es que, al estar protegido por la mole del hospital y a baja altura, se salvó (en parte) del intenso fuego del frente y de la ruina reinante.
Ampliación del plano de la 16ª División de Estado Mayor, 3ª Sección del ejército nacional, de fecha 21 de enero de 1939. Cortesía de Antonio Morcillo. |
Esta situación, privilegiada hasta cierto punto, hizo que la 37ª Compañía del ejército nacional allí destinada lo adoptara como su “puesto de mando”. Pero aún hay algo más: el antiguo edificio del Asilo se convirtió en “Bar Cantina” como podemos observar en la ampliación del plano de la 16ª División antes citado (imagen nº 4). Es esto algo que nos parece sumamente curioso, en España casi todos los actos, los acuerdos importantes, se sellan en un bar. Parece que los dos bandos en contienda en esto estaban de acuerdo: (“¿Dónde nos vemos? En la cantina, por supuesto”, aunque allí no se “tomó” nada, ni siquiera a Prada y a su séquito se les dio de comer después en el Hogar del Soldado). Ciertamente, curiosidad aparte, el hecho de quedar allí, aparte de un atavismo hispánico, debió de ser motivado por la “seguridad” del lugar, remanso de paz en aquel caos. Mas que quedar en la cantina, la cantina estaba en aquel seguro lugar.
Y ahora vamos con la localización actual del sitio y los probables restos que quedan de él. Es ahora cuando entra en juego la fotografía que Fernando Calvo González – Regueral incluye en la página 130/131 de su magnífico libro para ver con detalle el edificio y determinar otro punto no menos importante (imagen nº 1).
Imagen nº 5 |
A la izquierda de la imagen observamos una construcción triangular que se levanta a ras de suelo y que no es otra cosa que el recinto de rocalla donde fue alojada y protegida la imagen de la Virgen de la iglesia del Asilo de Santa Cristina.